Cantarle una canción a un niño, decirle un cuento, entonarle una nana, o incluso contarle unos recueros de una manera diferente, con palabras distintas a las del habla cotidiana, es una forma de decirle:
-mira, te presento el cielo, te presento el mar.
En esa transmisión cultural , nosotros nombramos y presentamos el mundo a los que nos siguen. Y hacerlo con palabras poéticas, no solamente con palabras de designación inmediata de las cosas, recurrir a los relatos familiares, o a los mitos, es abrir la mirada. Si no te dieron opción a esa lengua poética narrativa, el mundo que te rodea no te dice nada.
Necesitamos que el espacio nos cuente historias. Si no, no lo habitamos.
Michel Petit
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBellísimas y verdaderas palabras... estamos hechos de historias. Gracias por compartir el texto!!!
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